Las fuentes del conocimiento


Experiencia sensorial

Es la más obvia, se utilizan los 5 sentidos aunque los más utilizados son la vista y el tacto. A veces nuestros sentidos nos informan las características de una cosa. Desde luego todo no es así de simple. En algunas oportunidades lo que vemos desde lejos tiene características que cuando nos acercamos terminan siendo otras, “por ejemplo cuando vemos un lobo y de cerca nos damos cuenta de que no era un lobo sino que era un perro”. Estos errores son de percepción, se cree que nuestros sentidos son falibles ( que pueden fallar ), pero sería más exacto decir que nuestro juicio ( afirmación, enunciado) es falible. El error es siempre de juicio, no de sensación. No hay más arreglo para los juicios erróneos basados en experiencias sensoriales que otros juicios basados en experiencias sensoriales posteriores, “por ejemplo, si usted no está seguro de que esa manzana es de verdad, muérdala y córtela y vea si es de cera”. Para emitir juicios de percepción, no solo hemos de ser capaces de percibir, sino que también hemos de saber el significado de las palabras y cómo aplicarlas. Los “sentidos internos” son aquellos que no necesitamos de una capacitación para enunciar proposiciones, por ejemplo, “tengo un dolor de cabeza”. El único tipo de proposición que el tener estas experiencias nos da derecho a pronunciar es el de las proposiciones que versan sobre esas mismas experiencias. Si se le pregunta como sabe que tiene dolor de cabeza, puede decir, “porque lo siento”. No es lo mismo cuando decimos “Este invierno será duro” porque no podemos confirmarlo con un “lo siento”.

LA RAZÓN

Si nos preguntan “¿cómo sabes que 74 más 89 es igual a 163?” No responderemos “lo miré y lo vi” si no porque “he hecho la cuenta”, recurrimos al cálculo y no a los sentidos, aquí es donde usamos el razonamiento. También razonamos cuando agarramos varias premisas de un argumento y los usamos para inferir en otro enunciado, llamado conclusión del argumento.

El razonamiento deductivo:

Se dice que si las premisas son verdaderas y el razonamiento es válido la conclusión si o si es verdadera, como también que la verdad de las premisas no asegurarla verdad de la conclusión.

Todo hombre es mortal PREMISAS

Belgrano es hombre

Belgrano es mortal è Conclusión

Todo hombre es mortal

María es mujer PREMISAS

María es inmortal è Conclusión

Como también puede pasar que las premisas sean falsas pero la conclusión verdadera.

Todas las vacas son verdes PREMISAS

Yo soy vaca

Yo soy verde è Conclusión

Podría pasar que el contenido de la conclusión está ya en las premisas.

Todos los seres humanos tienen cabeza PREMISAS

John Stewart es un ser humano

John Stewart tiene cabeza è Conclusión

Aquí la conclusión no nos dice nada nuevo. Aquí se dice que la conclusión es deducible de las premisas, como por ejemplo, si se nos presentan las siguientes premisas:

Todos los que estaban a bordo del barco se perdieron PREMISAS

Mabel estaba a bordo del barco

Acá pensamos instantáneamente que Mabel se perdió (Conclusión).

Razonamiento inductivo:

No todo razonamiento es deductivo, también hay argumentos inductivos: se pueden conocer las verdades de las premisas pero no saber si la conclusión es verdadera, las premisas otorgan elementos de juicios completos, si las premisas son verdaderas la conclusión no se hace cierta.

Un CPU del curso es negro Otro CPU del curso es negro Otro CPU del curso es negro (Así sucesivamente hasta 16 CPU del gabinete). Se examinaron 16 CPU del curso el cual esas premisas son verdaderas, pero no por eso queda establecida una conclusión, a menos que se hayan examinado los CPU. Todos damos argumentos inductivamente cuando tomamos ciertos modelos, concluimos que todas las cosas de la colección o todas las cosas de ese género se asimilan a las muestras que hemos examinado, este tipo de inducción se lo denomina “Inducción por enumeración simple”. En vez de haber sido todos los CPU del curso son negros. El próximo CPU que veas en el gabinete va a ser negro. Si uno de los CPU fuese blanco la probabilidad de que todos los CPU sean negros desaparece, en el cual se tomaría como falsa esa conclusión. Se pueden dar argumentos falsos, pero no se lo puede juzgar hasta tener la certeza de que verdaderamente es culpable, es muy difícil llegar a una certeza verdadera, a veces se pueden llegar a tomar certezas pero no son ciertas, en ciertas ocasiones se utiliza la probabilidad debido a la falta de elementos de juicio. ¿Qué es lo que hace que las proposiciones de las premisas hagan probable la conclusión?

Una premisa no cuenta como elemento de juicio en ningún sentido, a no ser que haya alguien que pueda verificar que la premisa sea verdadera: Un hombre entró a robar a un local, un hombre lo vio, este usaba un pasa montañas. Es una premisa que es verdadera. En el argumento inductivo se utilizan ciertas leyes de la naturaleza y sobre la base de ellas se crean argumentos inductivos. “Razón” Hay diversos tipos de razonamiento: esto no quiere decir que se agota el significado de la palabra razonamiento, sino que se supone que es la razón lo que consideramos frente al conocimiento. El razonamiento es una actividad que realizamos, pero es una capacidad de pensar, es el grado de nuestros poderes racionales, en este caso el hombre parece al animal, es decir que si el hombre no pudiera pensar no podríamos conseguir conocimientos alguno, el tener esta capacidad es indispensable para obtener conocimientos de cualquier tipo, incluyendo el conocimiento mediante la percepción sensorial. Formular o entender la proposición de este objeto que está delante de mí, para identificar un teclado no se requiere de enunciar la proposición, sino que tenemos la capacidad de reconocer algo sobre la base de ciertas características que posee: (color, forma, teclas, letras, números, etc.). La experiencia sensorial proporciona la materia prima para el juicio de que eso es un teclado, pero sin la razón no se podría afirmar ningún juicio. Aunque hay ciertas proposiciones que a veces se llaman “verdades de la razón” que pareciera que sabemos pero no la sabemos sobre la base de la experiencia sensoria y tampoco por el razonamiento. Podemos saber que un teclado, ¿pero de qué manera? Mediante la experiencia sensorial. ¿Hay otras fuentes de conocimiento? He aquí algunos de los más disputados candidatos a esa posición:

Autoridad

“Se que es verdad por que el señor X lo dice; y el señor X es una autoridad”. Por me dio de enunciados, invocamos a veces a la autoridad cuando se nos pregunta como sabemos que determinado enunciado es verdadero y a menudo proclamamos este conocimiento sin molestarnos en comprobar por nosotros mismos.

Los enunciados que oímos o leemos son casi infinitos en número y es imposible comprobar la verdad de todas las afirmaciones con que nos encontramos. En consecuencia o aceptamos por autoridad la gran mayoría de las pretensiones de verdad o suspendemos el juicio sobre ellas.

Sin embargo se pueden observar varias precauciones:

  1. La persona cuya palabra aceptamos por autoridad ha de ser realmente una autoridad, un especialista en su campo de conocimiento. No podemos aceptar la palabra de cualquiera, tampoco el hecho de que sea una autoridad en un campo le hace una autoridad en otro.
  2. En algunos campos, las mismas autoridades discuerdan. Y cuando están en desacuerdo entre si, solo podemos suspender el juicio por el momento.
  3. Siempre que se acepta por autoridad un enunciado de otra persona, se ha de ser capaz de descubrir por uno mismo si el enunciado de la autoridad es verdadero, si uno se tomase el tiempo y el trabajo necesario, aunque usualmente no nos molestamos en ello.

Hay un punto importante en la autoridad: ni importa cuan de confiar sea y no importa con que frecuencia hayan resultados verdaderos sus verdaderos enunciados al comprobarlos, la autoridad no puede ser una fuente primaria de conocimiento.

Intuición

“Lo se por intuición”; “intuí que no te encontrabas bien”. Todas estas son forma de hablar familiares, con mucha frecuencia se proclama conocer algo por intuición.

¿Qué es la intuición?, podemos admitir que es verbalmente indefinible. La palabra “intuición” es un sentido mas limitado, no es fácil de describir. Tenemos de repente una convicción de certeza, e instantáneamente quedamos convencidos de lo que nos llega en este “relámpago” es verdad. Las intuiciones vienen típicamente de pronto como algo fugaz o instantáneo. De la existencia de la intuición como experiencia difícilmente se puede dudar, sin duda todos hemos tenidos experiencias que llamaríamos intuiciones.

La única cuestión que nos interesa es la de la ACEPTABILIDAD de la intuición cuando suscribe un pretendido saber. Si un compositor tiene una “repentina intuición para su próxima sinfonía no tiene por que despertarse la duda por que no esta pretendiendo conocer nada por medio de la intuición, solo ha tenido un poco de inspiración. Pero si alguien pretende conocer por intuición que una proposición es verdadera, haremos bien en hacerle unas preguntas sobre ella.

Muchas personas son avispadas de “señales mínimas” de la conducta de otra persona y son presentes por ejemplo de captar el ambiente en una reunión, llegan a esta estimación sobre la base de la observación (experiencia sensorial) rápida y precisa y no por intuición. Tengamos cuidado en no confundir las pretensiones de conocimiento por intuición con el conocimiento por otros medios.

  1. Las intuiciones de diferentes personas entran en conflicto, por ejemplo si usted intuye que va a llover mañana y yo intuyo que no, podemos esperar a mañana para descubrir cual de las afirmaciones es la verdadera. Pero cuando lo descubramos mañana, lo descubriremos por medio de la experiencia sensorial (viendo llover, etc.), no por la intuición. La intuición no proporciona forma de decir cual de las dos intuiciones en conflicto es la correcta. Es decir: no todas las intuiciones pueden ser verdaderas, dado que a veces se contradicen entre si y no hay ningún criterio que distinga entre afirmaciones verdaderas y falsas.

2. Pero incluso si nunca entrasen en conflicto las intuiciones, la pretensión de conocer algo por intuición seguirá sin estar garantizada. Todo el mundo puede estar de acuerdo en que cierta proposición, p, es correcta, y pretender saberlo por intuición, y esto seguirá sin probar que p sea verdad. “Lo sé por intuición”, esto no explica realmente como lo sabe. Puede llegar a una conclusión correcta y no saber cómo llego a ella. La palabra “intuición”, cuando se emplea para justificar un pretendido conocimiento, en realidad nos deja tan a oscuras como estábamos. Seguimos sin saber cómo lo sabe (si lo sabe)”. Yo sé desde luego que tengo la intuición, pero no por ello se que lo que afirmó bastándose en esta experiencia sea verdad. La respuesta “por intuición” no nos diría nada sobre el “procedimiento de validación”. La palabra “intuición” simplemente es un término que encubre nuestra ignorancia. Por supuesto, en realidad no ocurre este fenómeno; las intuiciones de la gente son notablemente falibles, y solo cuando resultan correctas exclaman orgullosamente sus poseedores que “lo sabían por intuición” (cuando las intuiciones no resultan acertadas, quienes las tienen no advierten el echo). Hasta aquí solo hemos mencionados las intuiciones que posteriormente pueden ser verificadas por medio de la experiencia sensorial. ¿Qué pasa cuando las intuiciones con las que tal comprobación no es posible? “Hay un dios en los cielos”, este y muchos más enunciados han sido proclamados verdaderos únicamente sobre la base de la intuición. ¿Qué diremos de tales pretensiones? Ya hemos observado que la intuición por sí misma no puede bastar como medio para decidir entre afirmaciones en conflicto, de modo que hemos de buscar mas allá de la intuición para descubrir si están erradas o no las intuiciones.

REVELACION

A veces se pretende conocer algo por medio de la revelación; pero en que consista esta pretensión depende de cómo obtengamos la revelación. El hecho de que la persona tenga un sueño o una visión desde luego que no prueba que su mensaje sea verdadero no pueda ser de fiar, solo se puede descubrir por otros medios. “Me reveló el señor Jones que…” Dado que usted lo acepta por su autoridad, esto nos retrotrae a la autoridad como supuesta fuente de conocimiento. “Me reveló Dios que…” ¿De qué manera identificó el sujeto la fuente de revelación? ¿Y qué pasa si dos personas pretenden tener revelaciones contradictorias entre sí? Cada una, sin duda, declarara que la revelación de la otra es falsa, pero esto no ayuda a resolver la situación: deseamos un criterio que nos haga capaces de distinguir las falsas de las verdaderas. “Me reveló un libro sagrado…” La supuesta revelación sigue siendo de Dios, pero Dios no se revela a través de visiones o a voces si no a través de un libro. ¿Cómo se sabe que este libro es un libro sagrado? (ser sagrado implicaría por lo menos que dice la verdad). Yo también puedo pretender que todo lo que digo es verdad, pero esto no hace que lo sea. La Biblia, el Corán, y otras numerosas obras hacen tal afirmación. ¿Cómo vamos a saber cual, si alguno, de estos aspirantes aceptar? Si las afirmaciones hechas son tales que pueda apoyarlas la experiencia sensorial o la razón, y no de que el libro lo diga, por lo que creemos que son verdaderas. Las afirmaciones son de tal naturaleza que nunca podemos verificarlas.

FE

Otro tipo de pretendido conocimiento es la fe. ”Tengo fe en ello, de modo que ha de ser verdad”, “lo creo por la fe, y esta fe me da conocimiento”. La gente tiene fe en diferentes cosas, cosas que pretende conocer por medio de la entran en conflicto mutuo. Si la fe es la única base de la afirmación, la misma (tener fe en que sea verdad) que da validez a la primera afirmación también valida la segunda. En la vida diaria decimos con frecuencia cosas como “tengo fe en él”. Se puede ciertamente estar justificado en tener la confianza, y, así, en este sentido, en, “tener fe en él”. Pero la cuestión es, ¿Qué es lo que justifica mi confianza? Si solo se tiene fe en un vacio, sin saber nada sobre la persona en que se tiene fe, entonces no se posee ninguna justificación. Pero la fe (confianza) en una persona puede estar con frecuencia justificada sobre la base de su actuación anterior: se puede tener buenas pruebas de que es honesta y de fiar. Pero no se adquiere esta prueba por “tener fe”, sino observando su conducta, particularmente en situaciones difíciles, y fijándose en lo que hace una variedad de tales circunstancias. Se aprende por medio de la experiencia sensorial. Parece obvio pero cuando la gente apela únicamente a la fe como forma de conocimiento, lo hace así porque no hay pruebas de que lo que dice sea verdad, y no obstante desea intensamente que los demás lo crean. “La fe” ha sido definida como “una firme creencia en algo para lo cual no hay pruebas. Solo hablamos de fe cuando deseamos sustituir las pruebas por la emoción”. Entonces la fe no puede ser una fuente de conocimiento. El sentimiento o actitud que tengamos hacia una opinión, y el que esa opinión sea verdadera son dos cosas muy diferentes. Es insensato confundirlas

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